Por razones de diversa naturaleza, hay personas que prefieren no instalar un bidé en su cuarto de baño. Razones como querer aprovechar el espacio para otra cosa o no acostumbrarse a usarlo tal y como está concebido. Esas personas seguramente no conozcan las grandes prestaciones que ofrece una ducha para bidet. Por eso, las recordamos en este nuevo post del blog. Estamos casi seguros de que, cuando acabes de leer, tendrás claro que quieres cuanto antes uno para tu casa.
La ducha higiénica o ducha de bidé es básicamente una manguera de ducha que se coloca junto a la taza del WC y que se puede utiliza si se quiere también como bidé. Es una estupenda manera de evitar tener un sanitario más que ocupe un espacio innecesario sin renunciar a su función higiénica.
Existen fundamentalmente dos tipos:
- Grifería sin instalación
Grifos que aprovechan el agua de la cisterna del váter. Lo malo es que es agua fría. Lo bueno es que no hay que hacer obra tirando baldosas por ejemplo. Un sistema mucho más fácil de colocar en caso de que no estemos acometiendo una obra integral de la casa.
- Grifería empotrable
Va instalado directamente en la tubería. Se puede aprovechar una reforma completa del baño para renovar las tuberías, los azulejos y, como añadido, por último colocar una ducha de bidé de las que tenemos disponibles en el catálogo de Grizasa. En este caso sí que podemos disfrutar de agua caliente cuando hagamos uso de este grifo especial para las zonas íntimas. Es además un grifo monomando que nos permite seleccionar la temperatura.
Lo cierto es que cada vez más personas son conscientes de las ventajas del grifo de bidé, en parte por la influencia de otras culturas como la marroquí y la japonesa, donde el uso de este tipo de grifos está mucho más extendido y normalizado.
